No hay placer que sea malo en sí mismo. Epicuro 341-270 a.c. Homo sum: humani nihil a me alienum puto

miércoles, 22 de febrero de 2012

La fascinación negra (zoofilia) 1


Un término que en el lenguaje común indica un tendencia en modo alguno reprobable,  zoofilia (amor a los animales), se emplea en patología sexual para designar una de las perversiones mas inmundas. (1)

En otro tiempo se llamaba <<sodomía>>, pero la teología y el derecho hicieron de tal vocablo el sinónimo de la homosexualidad masculina, porque este fue, en efecto, el vicio que devastó a la ciudad bíblica. (2)


(1) uffffffffff,  aún no ha empezado y ya hay que darle en el hocico, la zoofilia es una opción como otra cualquiera y nada de inmunda, el ser humano  es capaz de muchas cosas y no precisamente la zoofilia es una de las peores, también hay que diferenciar entre zoo y bestialismo siendo la primera que el animal esta teniendo sexo con la persona y la segunda lo contrario. 


(2) se puede decir que la acción de dar o recibir por el culo se le denomina sodomía y que en algún momento se pervirtió la utilización de la palabra para nombrar a los homosexuales, es en si una doble perversión y a la vez una falta de cultura, que pone de manifiesto la ignorancia de la gente y más aún la del escritor del texto. (que conste que con esta afirmación de ignorancia me refiero exclusivamente a aquellos, que airadamente utilizan términos y citan fuentes las cuales desconocen) y  sírvame  esta oportunidad y el casi haber sido cura (asunto que no viene al cuento), para arrojar un poco de luz sobre este particular: En las referencias bíblicas no se hace alusión alguna a que la ciudad y sus habitantes los sodomitas fueran castigados por tener relaciones homosexuales o por realizar prácticas sexuales anales, o con animales, el castigo en cuestión que Dios, en un alarde nuevamente de sadismo desmesurado, infligió a estas gentes.  (Génesis 19:5,45) se debe a que escuchó rumores de que estaban pecando. Poniendo así las llamadas sagradas escrituras de manifiesto que Dios no es para nada omnipresente, además entre otras cosas de hacer caso de rumores y correveidiles, mandó a dos mensajeros, con malas intenciones de antemano, para que estos vieran, actuaran y sin más pruebas ni juicio justo le trajeran el cuento del evidente resultado;  sentándo así  la base y dejando probado que  Dios debe estar rodeado de cotillas que además no tienen capacidad de distinguir entre la verdad y la mentira.  Cuando estos mensajeros llegaron a la ciudad, por casualidad a las puertas de la misma estaba un tal Lot. que sin saber quienes eran los invitó a pasar la noche en su casa (Génesis 19:5,12,23,45), cuando ya estaban instalados y habían comido a cuenta de Lot,  por un impulso que vete tu a saber como puede llegar a ocurrir tal cosa, todos los habitantes. incluidos viejos, niños y niñas, a decir todo aquel que se moviera de 0 a 100 años o más se reunieron como quien va a una manifestación alrededor de la casa del tal Lot, y aquí viene la parte más creíble de la historia, toda esta gente reunida empezaron a gritar que salieran los dos que habían llegado porque querían tener todos juntos relaciones sexuales con ellos dos, entonces en un alarde de razonamiento, con un acto muy noble y muy lógico el tal Lot salió a la puerta de su casa y a todo el gentío les digo: (Génesis 19:7,8 y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad.  He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de ellas como bien os pareciere; solamente que a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado), vaya lo más lógico del mundo y lo que cualquier padre en su lugar haría. La historia bíblica continúa de forma igualmente inverosímil queriendo el pueblo follarse a Lot, más duro todavía que a los otros, hasta que los famosos visitantes intervienen, dejan a todo el mundo ciego y destruyendo la ciudad por el camino. La mujer de Lot se muere también y ahora este hombre inteligente, que la biblia, sobre la que se sostienen un montón de religiones y cultos, pone como ejemplo, tiene la brillante ocurrencia de quedarse a vivir dentro de una cueva con sus dos hijas, que por lógica consecución de los echos y a decir que eran vírgenes, no tienen otra ocurrencia que emborrachar al padre y follárselo  (Génesis 19:31)     

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